Primer oneshot que participa en la sección #Tus fanfics ♥
Escrito por: Yuuko Bi Kim
Todas las noches lo miraba con tristeza. Mi corazón se llenaba de dolor al ver a una persona tan joven y talentosa destruyendo su vida de esa forma, pero yo no podía hacer nada, ¿Quién era yo para detenerlo?
Cada noche era peor, cada vez bebía más y consumía más drogas. Todas las noches tenía que soportar ver como lo sacaban los guardias en calidad de bulto, golpeado y vomitado. Salía de la barra y me ponía a llorar, pero era tan cobarde que no me interponía para ayudarlo.
Pero una noche todo cambió…
Cada noche era peor, cada vez bebía más y consumía más drogas. Todas las noches tenía que soportar ver como lo sacaban los guardias en calidad de bulto, golpeado y vomitado. Salía de la barra y me ponía a llorar, pero era tan cobarde que no me interponía para ayudarlo.
Pero una noche todo cambió…
- ¡Ey! ¿De nuevo estas llorando por el tarado de GD?
-Sé que se busca todo esto, pero no lo soporto.
-Él no va a cambiar nunca, tus lágrimas se desperdician.
-Lo sé muy bien.
Mi compañero se fue a atender las mesas, mientras yo seguía en el baño. Estaba mojándome la cara, cuando sentí un ruido detrás mio; era GD tirado todo ensangrentado en la puerta. Quedé impresionada, pero reaccioné y lo fui a ver.
- Ayu..da- fue lo único que alcanzo a decirme antes de desmayarse por completo.
Como pude lo cargué fuera del baño; intenté reanimarlo pero no reaccionaba. Intenté calmarme y reaccionar lo más frio posible; tomé mi celular que por suerte llevaba y llame a una ambulancia.
La gente comenzó a ponerse alrededor de nosotros, lo miraban atónitos, y como si fuese un bicho raro comenzaron a murmurar y mirarle mal. El miedo que tenía por lo que le sucediera comenzó a transformarse en una ira hacia la gente que miraba solo para juzgarlo. La gota que rebasó el vaso fue ver a la gente como comenzaba a tomar fotografías de él en el piso, no lo soporté y comencé a echarlos del lugar, ¿Cómo podían ser tan crueles viéndolo en ese estado?
La ambulancia no llegaba nunca, yo seguía a su lado orando por que estuviese bien mientras lo apretaba a mi pecho que ya estaba cubierto de su sangre.
Al fin llego la ambulancia; cuando lo subieron no me separé de él, afirmé su mano hasta que lo llevaron al pabellón porque mientras íbamos en la ambulancia comenzó a convulsionar.
Había sufrido una sobre dosis de alcohol y drogas, y para coronarlo unos tipos cobraron cuentas con él fuera del pub. El lavado de estomago que le hicieron duró un par de horas, pero su estado era bastante grave. Durante todas esas horas le pedí a Dios que lo mantuviera con vida, que le diera una segunda oportunidad, que no se llevara a ese ser tan talentoso.
Después de 5 horas despertó con un diagnostico favorable y pidió que entrara a su cuarto.
-¿Así que tú fuiste la qué me salvó?
- Si... Creo.
Tomó mi mano para acercarme a él y abrazarme.
-Gracias.-dijo entre lágrimas.
- No es nada, hice lo que tenía que hacer.
-No, no es así- pausó- tú has hecho más por mi de lo debido...
Lo miré con ojos de no entender y él esbozo una sonrisa.
- Tú eres la chica que todas las noches lloraba por verme en ese estado... Llorabas porque lograste ver una pequeña luz en mis ojos que ni siquiera yo había notado.
No podía creer que el supiera eso, que se hubiese dado cuenta.
- Y ahora, en la ambulancia pedías por mi y mi alma; no sabes todo lo que te tengo que agradecer.
Yo no podía articular palabra, las lágrimas salían solas de mis ojos, mientras él me abrazaba y me acompañaba en el llanto.
-Te prometo que esto no se repetirá
Y tal como me lo dijo fue, nunca más lo volví a ver en el bar, pero eso no significa que no supiera de él; con frecuencia salimos juntos. Él cambió cuando tocó fondo y ahora esta 100% dedicado a su carrera y yo al cuidar de él.
-Sé que se busca todo esto, pero no lo soporto.
-Él no va a cambiar nunca, tus lágrimas se desperdician.
-Lo sé muy bien.
Mi compañero se fue a atender las mesas, mientras yo seguía en el baño. Estaba mojándome la cara, cuando sentí un ruido detrás mio; era GD tirado todo ensangrentado en la puerta. Quedé impresionada, pero reaccioné y lo fui a ver.
- Ayu..da- fue lo único que alcanzo a decirme antes de desmayarse por completo.
Como pude lo cargué fuera del baño; intenté reanimarlo pero no reaccionaba. Intenté calmarme y reaccionar lo más frio posible; tomé mi celular que por suerte llevaba y llame a una ambulancia.
La gente comenzó a ponerse alrededor de nosotros, lo miraban atónitos, y como si fuese un bicho raro comenzaron a murmurar y mirarle mal. El miedo que tenía por lo que le sucediera comenzó a transformarse en una ira hacia la gente que miraba solo para juzgarlo. La gota que rebasó el vaso fue ver a la gente como comenzaba a tomar fotografías de él en el piso, no lo soporté y comencé a echarlos del lugar, ¿Cómo podían ser tan crueles viéndolo en ese estado?
La ambulancia no llegaba nunca, yo seguía a su lado orando por que estuviese bien mientras lo apretaba a mi pecho que ya estaba cubierto de su sangre.
Al fin llego la ambulancia; cuando lo subieron no me separé de él, afirmé su mano hasta que lo llevaron al pabellón porque mientras íbamos en la ambulancia comenzó a convulsionar.
Había sufrido una sobre dosis de alcohol y drogas, y para coronarlo unos tipos cobraron cuentas con él fuera del pub. El lavado de estomago que le hicieron duró un par de horas, pero su estado era bastante grave. Durante todas esas horas le pedí a Dios que lo mantuviera con vida, que le diera una segunda oportunidad, que no se llevara a ese ser tan talentoso.
Después de 5 horas despertó con un diagnostico favorable y pidió que entrara a su cuarto.
-¿Así que tú fuiste la qué me salvó?
- Si... Creo.
Tomó mi mano para acercarme a él y abrazarme.
-Gracias.-dijo entre lágrimas.
- No es nada, hice lo que tenía que hacer.
-No, no es así- pausó- tú has hecho más por mi de lo debido...
Lo miré con ojos de no entender y él esbozo una sonrisa.
- Tú eres la chica que todas las noches lloraba por verme en ese estado... Llorabas porque lograste ver una pequeña luz en mis ojos que ni siquiera yo había notado.
No podía creer que el supiera eso, que se hubiese dado cuenta.
- Y ahora, en la ambulancia pedías por mi y mi alma; no sabes todo lo que te tengo que agradecer.
Yo no podía articular palabra, las lágrimas salían solas de mis ojos, mientras él me abrazaba y me acompañaba en el llanto.
-Te prometo que esto no se repetirá
Y tal como me lo dijo fue, nunca más lo volví a ver en el bar, pero eso no significa que no supiera de él; con frecuencia salimos juntos. Él cambió cuando tocó fondo y ahora esta 100% dedicado a su carrera y yo al cuidar de él.
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