El sonido no atraviesa los muros - FINAL

Todo se volvió oscuridad; Mis ojos no estaban cerrados, y aun así, la penumbra no me permitía ver nada.

Aquello que opacaba mi visión, no era otra cosa que los lacios cabellos negros de SeungHyun; Él me besaba, me proporcionaba una calidez indescriptible con el roce de nuestros labios, mientras yo ¿qué hacía?... Estaba correspondiéndole.

Pese a que mi cuerpo temblaba debido al miedo, también estaba deseoso de no dejar de sentir aquello tan... excitante...

-¿Te gusta?

Por los insignificantes segundos que estuvimos separados, un hueco se abrió en mi corazón. Si mis manos no se encontraran atadas, probablemente lo hubiese detenido.

Sus labios bajaron a mi cuello, aumentando mi temperatura corporal. Simplemente no podía no querer más.

Conforme sus besos en aquella zona aumentaban de ritmo, involuntariamente comenzaron a bailar, subiendo y bajando desesperadamente.

-Veo que si te gusta- Asentí tímidamente mientras me miraba

-¿Por... por qué es tan real?- Paso su mano por mis cabellos, acariciándome

-¿Creíste que un muñeco podría estar hecho con materiales tan humanos?

Mi boca quedo sellada sin motivo alguno. No encontré una manera de responder... ¿Estaba diciéndome que su cuerpo era real?

-No... No entiendo...

Su sonrisa me hipnotizaba, era como una hermosa joya que una mujer no deja de mirar.

-Tampoco yo, solo sé que volví, y que no quiero irme...

Nuevamente ataco mi cuello, pero a pesar de que lo deseaba, le di a entender que necesitaba más respuestas.

-¿No quieres que siga?

Me sonroje, ¿Qué me pasaba que quería ser suyo?

-¿D...de qué eres?

-De lo mismo que tu... -Se sentó sobre mi abdomen, cuidando no dejar caer todo su peso -Es extraño, ¿No crees?... Las personas mueren todo el tiempo... Personas que se van y ya jamás regresan...- Suspiró- Creí que era el fin cuando vi aquella luz, y por mi mente apareció el pensamiento de que mi vida no merecía terminar todavía...

Su mirada se tornó nostálgica, no era profunda... Se veía triste...

-No quería dejarlo... Él lo era todo para mí...

-¿Daesung?

-S...si...

-Entonces... ¿Por qué suicidarte?

Quedo en silencio un largo rato, como si meditara sus acciones pasadas; Incluso como si no supiera las verdaderas razones.

-Estaba tomando. La sensación del liquito quemando mi garganta lograba tranquilizarme, olvidarme del porque me sentía tan mal; del porque mis mejillas  tenían tantas lagrimas... -Llevo su mirada al tejado- Solo quería hacerle el amor a Dae, pero me sobrepase. Caí antes de siquiera tocarlo…

Era lo más extraño que había escuchado. No planeo suicidarse, solamente ¿Quería tener sexo? ¿Realmente existían personas así?

-Guardaba una copia de la llave del apartamento, él mismo me pidió tenerla por si algo se presentaba, y esa era la situación perfecta…. La noche, la calma, el perfecto rostro de él, mirándome… Trasladándome a un mundo donde no importaba nada; ni la hora, ni el día, ni el lugar, los problemas, el barullo de la ciudad, los cambios desenfrenados en el clima. A su lado, solo podía pensar en lo bien que me sentía de estar con él y la felicidad que recorría cada parte de mi ser. Creer que siempre estaría ahí cuando me necesitara y él estar para mí… Amarnos como si fuésemos los únicos.

Podía sentir las palmas de sus manos temblando, diciéndome que necesitaba de alguien que calmara su pena y cambiara aquellas lágrimas que escurrían por sus mejillas en sonrisas llenas de confianza.

-Hyung…

-Se fue… Él me reemplazo y arranco lo único que valía la pena en mi vida…

-Cállate, idiota…- Iba a arrepentirme, quizá. Pero no lo sabría hasta no intentarlo –Ahora me tienes a mí…

Tomó mi rostro con sus manos. Esas grandes y cálidas manos.

-No me dejes nunca…

Y como si nada hubiese pasado, como si JiYong jamás me hubiera enamorado, lo bese.

¿Estaba cegado por sus palabras? Quizá.

¿Estaba dispuesto a entregarme a él en cuerpo y alma? Completamente.

Tal vez, lo que yo necesitaba era lo que el buscaba dar; Amor incondicional.

Jamás tuve la certeza de que JiYong me fuese fiel. Me amaba, y lo tenía claro, pero también era poseedor de unas ganas insaciables de copular… Ganas, que a la distancia que nos encontrábamos, no podía satisfacer.

-Sigo sin entender como es esto posible, o porque me atraes tanto… pero me gusta….

·······························

Mis parpados lentamente comenzaron a abrirle paso a los rayos del sol, provocando que instintivamente intentara cubrir mi cabeza con la manta, sin embargo, esto no fue posible, pues unos fuertes brazos protegían mi cuerpo desnudo, impidiéndome moverle.

-¿SeungHyun?

Fue entonces que una alocada brisa abrió la ventana, haciendo volar los apilados papeles en mi escritorio, así como mi cabello y la manta que me cubría.

-¡Hyung! ¡La ventana!

Luchando por soltarme de su agarre, caí a la frialdad de aquel piso, donde la noche anterior dejé caer mis fluidos.

Fui lo más a prisa que pude, y aun así, el viento consiguió llevarse una cosa más; La puerta de mi closet. Ese impacto logró abrir una puerta que tenía días sin ser abierta, que debió quedarse así.

-Ji…Yong…

Un JiYong con los ojos cerrados, y un rostro tan tranquilo que parecería que está durmiendo, a no ser por esa expresión de terror que mantiene; Sus parpados se encuentran sellados con la ayuda de un grueso hilo negro, que está ahí como si lo hubiesen cosido con una aguja.

En su desnudo pecho, la piel había sido reemplazada por la carne que se manchaba de sangre, y su pene, ya no se encontraba en el lugar que debería estar.

No lo soporté; Vomite.

Un enorme cuestionamiento apareció de pronto en mi cabeza: ¿Cómo? Y ¿Por qué?

-Vuelve a la cama, SeungRi… No quieres perturbar un cadáver, ¿O sí?

Mi cuerpo temblaba. Esa voz no era la de SeungHyun, no se parecía ni un poco.

Entonces lo mire, a él y a esa sonrisa macabra que mostraba, y las preguntas en mi cabeza resonaban con mayor intensidad.

-Yo… YoungBae…

-SeungRi… -Dijo con una risa burlona –Seguramente quieres saber que hago aquí… -Asentí nervioso- No mucho, solo pasaba para asegurarme que todo marchara bien con mi juguete…

Asco.

Miedo.

Incógnitas.

Todo mezclado en mi interior.

No podía siquiera hablar, por lo que trate de trasmitir mis palabras con mi expresión facial; Cientos de preguntas sin respuestas.

-DongWoo era mío antes de que ese idiota apareciera… Lo único que hice fue traerle de regreso a su novio, para que dejara en paz al mío….

Y de pronto, todo se volvió oscuridad, acompañada de un dolor en mi estómago que me asfixiaba. YoungBae me había golpeado, causando que me desmayara por la falta de aire, y el asco que sentía sobre aquella situación.

·······························

5 meces después

-       Joven Lee, ¿Sabe por qué está aquí?

-       Ustedes están escondiéndome de él….

-       ¿Quién es “él”?

-       El muñeco que me espera en mi habitación…

Los doctores se miraron cansados. Artos de obtener siempre la misma respuesta a la misma pregunta. Fastidiados de decirle a ese joven que no había ningún muñeco, y que si lo habían encerrado en ese manicomio  era únicamente por una razón; El asesinato de Kwon JiYong, pues, según las pruebas presentadas por uno de los vecinos, SeungRi se deshizo de su anterior pareja en acto de locura.

Luego de inyectarle en el brazo un sedante que actuaría lentamente, SeungRi fue llevado a ese cuarto blanco que se convirtió en su nuevo hogar; Ese cuarto blanco donde siempre estaba esperándolo un ente que, por una razón desconocida, solo él podía ver, con una nota en la mano.

“Grita para mí, y no te preocupes, el sonido no atraviesa los muros”

---------------------------------------

No es el final que todos esperábamos, lo sé, y lo siento, pero olvide varios detalles que iba a escribir xD y otros, los omití a propósito solo para dejarlas pensando. ¿SeungRi estaba loco, o eso le hicieron creer?

Sin más, yo me despido, y los invito a leer una “historia de terror” que escribí:

Gracias por leer♥Todo se volvió oscuridad; Mis ojos no estaban cerrados, y aun así, la penumbra no me permitía ver nada.

Aquello que opacaba mi visión, no era otra cosa que los lacios cabellos negros de SeungHyun; Él me besaba, me proporcionaba una calidez indescriptible con el roce de nuestros labios, mientras yo ¿qué hacía?... Estaba correspondiéndole.

Pese a que mi cuerpo temblaba debido al miedo, también estaba deseoso de no dejar de sentir aquello tan... excitante...

-¿Te gusta?

Por los insignificantes segundos que estuvimos separados, un hueco se abrió en mi corazón. Si mis manos no se encontraran atadas, probablemente lo hubiese detenido.

Sus labios bajaron a mi cuello, aumentando mi temperatura corporal. Simplemente no podía no querer más.

Conforme sus besos en aquella zona aumentaban de ritmo, involuntariamente comenzaron a bailar, subiendo y bajando desesperadamente.

-Veo que si te gusta- Asentí tímidamente mientras me miraba

-¿Por... por qué es tan real?- Paso su mano por mis cabellos, acariciándome

-¿Creíste que un muñeco podría estar hecho con materiales tan humanos?

Mi boca quedo sellada sin motivo alguno. No encontré una manera de responder... ¿Estaba diciéndome que su cuerpo era real?

-No... No entiendo...

Su sonrisa me hipnotizaba, era como una hermosa joya que una mujer no deja de mirar.

-Tampoco yo, solo sé que volví, y que no quiero irme...

Nuevamente ataco mi cuello, pero a pesar de que lo deseaba, le di a entender que necesitaba más respuestas.

-¿No quieres que siga?

Me sonroje, ¿Qué me pasaba que quería ser suyo?

-¿D...de qué eres?

-De lo mismo que tu... -Se sentó sobre mi abdomen, cuidando no dejar caer todo su peso -Es extraño, ¿No crees?... Las personas mueren todo el tiempo... Personas que se van y ya jamás regresan...- Suspiró- Creí que era el fin cuando vi aquella luz, y por mi mente apareció el pensamiento de que mi vida no merecía terminar todavía...

Su mirada se tornó nostálgica, no era profunda... Se veía triste...

-No quería dejarlo... Él lo era todo para mí...

-¿Daesung?

-S...si...

-Entonces... ¿Por qué suicidarte?

Quedo en silencio un largo rato, como si meditara sus acciones pasadas; Incluso como si no supiera las verdaderas razones.

-Estaba tomando. La sensación del liquito quemando mi garganta lograba tranquilizarme, olvidarme del porque me sentía tan mal; del porque mis mejillas  tenían tantas lagrimas... -Llevo su mirada al tejado- Solo quería hacerle el amor a Dae, pero me sobrepase. Caí antes de siquiera tocarlo…

Era lo más extraño que había escuchado. No planeo suicidarse, solamente ¿Quería tener sexo? ¿Realmente existían personas así?

-Guardaba una copia de la llave del apartamento, él mismo me pidió tenerla por si algo se presentaba, y esa era la situación perfecta…. La noche, la calma, el perfecto rostro de él, mirándome… Trasladándome a un mundo donde no importaba nada; ni la hora, ni el día, ni el lugar, los problemas, el barullo de la ciudad, los cambios desenfrenados en el clima. A su lado, solo podía pensar en lo bien que me sentía de estar con él y la felicidad que recorría cada parte de mi ser. Creer que siempre estaría ahí cuando me necesitara y él estar para mí… Amarnos como si fuésemos los únicos.

Podía sentir las palmas de sus manos temblando, diciéndome que necesitaba de alguien que calmara su pena y cambiara aquellas lágrimas que escurrían por sus mejillas en sonrisas llenas de confianza.

-Hyung…

-Se fue… Él me reemplazo y arranco lo único que valía la pena en mi vida…

-Cállate, idiota…- Iba a arrepentirme, quizá. Pero no lo sabría hasta no intentarlo –Ahora me tienes a mí…

Tomó mi rostro con sus manos. Esas grandes y cálidas manos.

-No me dejes nunca…

Y como si nada hubiese pasado, como si JiYong jamás me hubiera enamorado, lo bese.

¿Estaba cegado por sus palabras? Quizá.

¿Estaba dispuesto a entregarme a él en cuerpo y alma? Completamente.

Tal vez, lo que yo necesitaba era lo que el buscaba dar; Amor incondicional.

Jamás tuve la certeza de que JiYong me fuese fiel. Me amaba, y lo tenía claro, pero también era poseedor de unas ganas insaciables de copular… Ganas, que a la distancia que nos encontrábamos, no podía satisfacer.

-Sigo sin entender como es esto posible, o porque me atraes tanto… pero me gusta….

·······························

Mis parpados lentamente comenzaron a abrirle paso a los rayos del sol, provocando que instintivamente intentara cubrir mi cabeza con la manta, sin embargo, esto no fue posible, pues unos fuertes brazos protegían mi cuerpo desnudo, impidiéndome moverle.

-¿SeungHyun?

Fue entonces que una alocada brisa abrió la ventana, haciendo volar los apilados papeles en mi escritorio, así como mi cabello y la manta que me cubría.

-¡Hyung! ¡La ventana!

Luchando por soltarme de su agarre, caí a la frialdad de aquel piso, donde la noche anterior dejé caer mis fluidos.

Fui lo más a prisa que pude, y aun así, el viento consiguió llevarse una cosa más; La puerta de mi closet. Ese impacto logró abrir una puerta que tenía días sin ser abierta, que debió quedarse así.

-Ji…Yong…

Un JiYong con los ojos cerrados, y un rostro tan tranquilo que parecería que está durmiendo, a no ser por esa expresión de terror que mantiene; Sus parpados se encuentran sellados con la ayuda de un grueso hilo negro, que está ahí como si lo hubiesen cosido con una aguja.

En su desnudo pecho, la piel había sido reemplazada por la carne que se manchaba de sangre, y su pene, ya no se encontraba en el lugar que debería estar.

No lo soporté; Vomite.

Un enorme cuestionamiento apareció de pronto en mi cabeza: ¿Cómo? Y ¿Por qué?

-Vuelve a la cama, SeungRi… No quieres perturbar un cadáver, ¿O sí?

Mi cuerpo temblaba. Esa voz no era la de SeungHyun, no se parecía ni un poco.

Entonces lo mire, a él y a esa sonrisa macabra que mostraba, y las preguntas en mi cabeza resonaban con mayor intensidad.

-Yo… YoungBae…

-SeungRi… -Dijo con una risa burlona –Seguramente quieres saber que hago aquí… -Asentí nervioso- No mucho, solo pasaba para asegurarme que todo marchara bien con mi juguete…

Asco.

Miedo.

Incógnitas.

Todo mezclado en mi interior.

No podía siquiera hablar, por lo que trate de trasmitir mis palabras con mi expresión facial; Cientos de preguntas sin respuestas.

-DongWoo era mío antes de que ese idiota apareciera… Lo único que hice fue traerle de regreso a su novio, para que dejara en paz al mío….

Y de pronto, todo se volvió oscuridad, acompañada de un dolor en mi estómago que me asfixiaba. YoungBae me había golpeado, causando que me desmayara por la falta de aire, y el asco que sentía sobre aquella situación.

·······························

5 meces después

-       Joven Lee, ¿Sabe por qué está aquí?

-       Ustedes están escondiéndome de él….

-       ¿Quién es “él”?

-       El muñeco que me espera en mi habitación…

Los doctores se miraron cansados. Artos de obtener siempre la misma respuesta a la misma pregunta. Fastidiados de decirle a ese joven que no había ningún muñeco, y que si lo habían encerrado en ese manicomio  era únicamente por una razón; El asesinato de Kwon JiYong, pues, según las pruebas presentadas por uno de los vecinos, SeungRi se deshizo de su anterior pareja en acto de locura.

Luego de inyectarle en el brazo un sedante que actuaría lentamente, SeungRi fue llevado a ese cuarto blanco que se convirtió en su nuevo hogar; Ese cuarto blanco donde siempre estaba esperándolo un ente que, por una razón desconocida, solo él podía ver, con una nota en la mano.

“Grita para mí, y no te preocupes, el sonido no atraviesa los muros”

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No es el final que todos esperábamos, lo sé, y lo siento, pero olvide varios detalles que iba a escribir xD y otros, los omití a propósito solo para dejarlas pensando. ¿SeungRi estaba loco, o eso le hicieron creer?

Sin más, yo me despido, y los invito a leer una “historia de terror” que escribí: http://yumiletters.blogspot.mx/2013/12/shadow-people.html

Gracias por leer♥