Estoy ¿Embarazado? -Capítulo 14

-¡Soy el hombre más horrible del planeta!

SeungRi suspiro. “Aquí vamos de nuevo”. Hizo el cuchillo de lado, se sacó el mandil blanco, haciéndolo reposar en el respaldo del banco que tenía detrás.

SeungRi caminó. Tranquilo, relajado, sin darle mucha importancia a esos gritos que venían de su habitación.

SeungRi abrió la puerta. SeungRi sonrió. La imagen de un JiYong acariciando su ya formada barriga, mientras muestra un puchero de molestia y se observa en el espejo, es lo que le causa una felicidad indescriptible cada mañana, porque no, a JiYong no le es suficiente quejarse de vez en cuando, tiene que hacerlo todos los días, a cada que se encuentra con su cuerpo reflejado en un espejo.

-Hyung…

-¡No me mires!

El mayor baja rápidamente aquella holgada sudadera que le servía como escudo para ocultar su nueva figura, sonrojándose por la ira y la vergüenza

-¿Cuántas veces más tendremos que discutir por lo mismo para que entiendas que a mí no me dejaras de gustar solo por tener unos kilos de más?

-Cállate, idiota. Esto no se trata de ti, se trata de mí

SeungRi no pudo evitar soltar una fuerte carcajada. La vanidad de JiYong superaba cualquier cosa.

Caminó hasta su pareja, abrazándolo por la espalda, y acariciando a su futuro “bebé panda”

-¿Te preocupa dejar de gustarle a la gente?- JiYong asintió, sonrojado y muerto de pena

-Me preocupa dejar de gustarte a ti- SeungRi sonrió

-Creí que esto se trataba de ti

-¡Por eso!- Se giró, viendo al menor a los ojos –No importa cuántas veces me lo digas, no puedo dejar de sentir miedo

-¿No confías en mí?

JiYong no dijo nada, tan solo desvió su mirada. SeungRi no sabía cómo tenía que demostrarle que siempre estaría a su lado, que no necesitaba tener una figura perfecta para que el menor lo amara. Fusiono sus labios en un cálido beso, intentando trasmitirle la confianza que el mayor necesitaba.

-Volveré más tarde, por favor come bien y no olvides tus vitaminas. – Le deposito un beso en la frente –Te amo.

-Llévame...

JiYong hizo un notorio puchero de molestia. SeungRi deseaba tenerlos a ambos entre sus brazos; A su pareja, y a su futuro hijo. Pero sabía que sería arriesgado que el mayor se agitara tanto, y es que teniendo la tarea de ser instructor de baile, habían momentos en los que, para explicar mejor algún paso, tenía que estar sumamente cerca de sus alumnos, y eso es algo que JiYong no resistiría ver.

-Volveré a la hora de comida, será solo un momento- Llevó sus manos al trasero de su hyung, apretándolo fuertemente para elevarlo y que este se enrollara en su cadera, cuidando no presionar esa barriga -Y si te portas bien, te daré tu recompensa esta noche

-Llevamos 6 meses sin tener sexo- JiYong le besó en la frente -Y a estas alturas, si hago esfuerzo físico dañará a bebé panda - Ahora en la nariz - Así que si no eres cuidadoso, te partiré esa hermosa cara que tienes- Y finalizo en los labios.

Los devoraba con ansia, desesperación, mordiéndolo de manera hambrienta. Las manos del menor se adentraron bajo la playera de JiYong, acariciando toda su espalda, y de vez en cuando su escandalosa pansa.

-Quédate y házmelo de una vez

Hablaba ente gemidos JiYong. Fue entonces que SeungRi abrió los ojos, y se detuvo. Agrando la distancia entre sus rostros, acomodándole sus rebeldes cabellos.

-Si me retraso, el CEO va a matarme, ¿no se supone que debo ser un padre responsable?

JiYong asintió. Con delicadeza, bajó de los brazos de su dongsaeng para dedicarle una tímida sonrisa.

-Eres muy malo- Le dio un leve golpe en el hombro -no te atrevas a excitarme en vano de nuevo- ahora sus labios tocaban la mejilla de su pareja -Solo ten cuidado y vuelve cuanto antes...

Se dedicaron el último beso de esa brillante mañana, alejándose uno del otro para realiza cada uno sus actividades correspondientes.

En la sala de ensayos de la YG, los trainee adelantaban pasos de baile en la esperanza de hacer sentir orgulloso a su maestro. SeungRi se había encariñado con todos ellos, y cada uno de esos jóvenes de entre 15 y 17 años, le eran fiel a la admiración que sentían por el maknae de BIGBANG. De pronto, la música ceso, dando paso a una oleada de dudas y molestias

-¿A esto le llamar dar lo mejor de ustedes?

Todos miraban estupefactos el enojado rostro de un SeungRi que se paseaba de lado a lado con una mirada inquisidora

-¿Acaso creen que eso salió bien?

Uno de ellos, el mayor para ser exactos, abrió la boca para responder a tales cuestionamientos, sin embargo, el maknae de BIGBANG se lo impidió

-Saben, en estos momentos hay una persona que depende de mí, si no estoy, esa persona se desmoronaría- Suspiró -Elegí regalarles a ustedes un poco del tiempo que le pertenece a esa persona, ¿Y me lo pagan de esta manera?

Los jóvenes, apenados, clavaron su mirada en la duela de la sala de ensayos, nerviosos, sudados, avergonzados.

En más de uno se notaban las ganas de explotar en llanto, ¿no lo hacían bien? Solo querían el reconocimiento de su maestro.

SeungRi suspiró

-Felicidades, han hecho un maravilloso trabajo

Extendió sus brazos, e inmediatamente todos corrieron hacia él para fundirse en un cariñoso abrazo grupal.

-¡Nos asustaste oppa!

 Una joven de 19 años apartaba a sus compañeros, abriéndose paso para disfrutar del contacto con el mayor ella sola; Hundió su castaña cabellera en el pecho de SeungRi, aferrándose a su espalda. SeungRi no sabía cómo reaccionar, aquella muchacha se había vuelto tan apegada a él, que no podía siquiera pensar en lastimarla, pero tampoco debería seguir dándole alas o sería mucho peor.

Le regaño una de sus más sinceras sonrisas, y la alejo de su cuerpo para volver a dirigirse al resto del grupo.

-Esta tarde tengo un compromiso, por lo que no regresaré después de comer, así que debemos trabajar muy duro para enseñarle al CEO el avance que han conseguido.

-¿A dónde vas a llevarla?

Hablo una de las más jóvenes, sonriendo pícaramente.

-¿Llevar a quién?

-¡A tu novia!- A la castaña de nombre SooMi no le agradaba lo que su compañera decía –Vamos, es viernes, seguro quedaste de verte con alguien

-Tienes fama de conquistador, oppa

SeungRi movía sus manos a manera de negación. Era verdad que ante las cámaras él era el integrante de BIGBANG que salía con más chicas, pero en la vida real el solo podía amar a una persona. Una persona que estaba esperando un hijo suyo, y que lo amaba de la misma manera alocada.

-No lo soy, recuerden que yo le pertenezco a BIGBANG, hay algunas cosas que tenemos que hacer como grupo

-Entonces… ¿No tienes una novia?

-Bueno, no es exactamente mi novia… pero la amo

Al escuchar esto, SooMi desapareció del lugar con furia irradiando de sus pequeños ojos color miel. Nadie se dio cuenta. Nadie, excepto SeungRi, quien comprendía a la perfección lo que esa chica sentía por él.

Al resto de los ahí presentes, les indico los siguientes pasos que tenían que dominar para perfeccionar la presentación que estaba preparando. Una vez seguro de que no había ninguna duda, fue a buscar a su caprichosa alumna.

La idea estar a solas con ella no le agradaba del todo, simplemente, como su maestro, no debía dejarla pasar un mal rato, ya que de su desempeño dependía la confianza que el CEO depositara en él.

-SooMi

La llamo al encontrarla en un rincón de la cafetería de la YG, hundida en sus pensamientos, mientras sus lágrimas se mezclaban con la taza de café que sostenía en sus manos

-¿Cómo se siente, oppa?

SeungRi se sentó a su lado, limpiándole las sonrojadas mejillas con un suave pañuelo

-¿Qué cosa?

-Ser amado… ¿Cómo es?

SeungRi comprendía a la perfección. Esa niña estaba enamorada de él, y ahora sus celos se convirtieron en llanto al escuchar lo que dijo de JiYong. La recargó en su hombro, abrazándola de una manera paternal, a lo que ella correspondió gustosa.

-Escucha, el amor no siempre viene de una pareja. El amor lo puedes encontrar en tus padres, tus hermanos, un amigo, o incluso en algo que te guste hacer mucho. Tener a un chico a tu lado puede parecer algo primordial en esta etapa de tu vida, pero no lo necesitas, eres hermosa, eres fuerte y siempre pones todo de tu parte en lo que haces. No necesitas un chico, no aún, así que muéstrame tu sonrisa y promete que no permitirás que esto te afecte.

SooMi asintió. Le quitó el pañuelo a SeungRi y seco por completo el rostro.

-Eres grandioso, oppa

Pidieron algo de comida, y se quedaron conversando. SooMi realmente necesitaba apoyo moral, y SeungRi estaba dispuesto a brindárselo.

Mientras hablaba con ella, pudo entender un poco más sobre las chicas; Cosas que les gustaba hacer, a donde les gustaba ir, entre otras cientos de cosas que SooMi le contó. De alguna manera, SeungRi pensó que todo eso sería útil de practicar con su hyung. Podría ser un hombre físicamente, pero era tan delicado como una dama, y más ahora que cargaba con otro ser viviendo dentro de sí.

Entre risas, confesiones, café tras café, ninguno notó que ya pasaban de las 8:00 pm, y es que había sido tan fácil hablar de sus sentimientos que el tiempo se fue volando, además de que SooMi tenía muchos problemas de los cuales desahogarse. SeungRi jamás imagino que una joven tan alegre albergara tantas cosas.

-Lo siento SooMi, tengo que irme

-No te preocupes oppa, lamento haberte quitado tu tiempo- SooMi mostró una cálida sonrisa –Ahora ve y disfruta el resto de la noche con tu chica.

Al llegar al apartamento, SeungRi entro gritando como loco el nombre de su hyung, necesitaba verlo, besarlo, pedirle perdón por no haber pasado la tarde con él, ahogarse con su delicioso aroma y abrazarlo para que supiera que jamás lo soltaría. Sin embargo, una mano cubrió su mano, impidiéndole proseguir.

-Está durmiendo en su habitación, déjalo descansar, además Dae necesita silencio, todos tenemos trabajo

-Lo siento hyung

Una vez se despidió de SeungHyun, fue a donde su hyung se encontraba durmiendo rígidamente, se le notaba tenso.

-Perdóname amor, no volverá a pasar

Le dio un beso en los labios, recostándose a su lado y abrigándolo entre sus brazos.

~~~

Las fuertes vibraciones en su estómago sacaron a JiYong de su sueño. Movió su mano en busca del aparato, sacando el móvil de la chaqueta del maknae.

"Perdón por la hora, pero no podía dormir sin antes agradecer lo de esta tarde... Eres maravilloso oppa"

Elimino el mensaje, y miro como su panda dormía cómodamente

-Voy a hacerte sufrir, mocoso mentiroso

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No lo considero un gran capítulo, pero ya es hora de meterle drama a esto(? en fin, mi mente no está trabajando muy bien, así que espero no tardar con lo que viene~

Gracias por leer