7 ago 2014

Pensamientos en la ducha

Hoy, mientras las gotas de agua que  salían de la regadera atravesaban mi cuerpo desnudo, lo comprendí.

Tantas noches atormentado me por su desgarrador llanto y la infinidad de preguntas que entraban y se iban de mis pensamientos.

No quiero que sufra. Su tristeza me entristece.

¿Qué puedo hacer? Él no quiere que entre. ¿No soy suficientemente buena?

¿Dolor? ¿Agonía?...  No; Miedo, quizá.

¿De qué?  No lo sé, pero se que haré todo lo que esté en mis manos para borrar las lágrimas que lo inundan y lo obligan a estar así.

Quiero ayudarlo. Quiero curarlo. Quiero que entienda que mi fría indiferencia no es más que un disimulado dilema. Él no quiere mi lastima, y nunca la tendrá; solo le daré mi amor, ya que quiero su felicidad.

¿Qué le pasa a papá?

No más miedo. No más llanto. No más medicamentos. No más de esa etiqueta que los doctores llaman depresión.

C-box Comenta!
.